The 3rd time is a charm so here we go again on the hell's road to Ranomafana. On the way to the park, this time we stop at the torrent. The noise is deafening and we climb down to see it from up close. John finds a tiny tiny chameleon. It's a adult male the size of a pinkie, super cute!
Lo que no se puede capturar
Con solo un cuarto de hora de retraso sale a las 7.15 h. el tren de los miércoles que une la costa este de la isla con la segunda ciudad más importante del país. Como parece que la nueva locomotora de segunda mano garantiza la salida de hoy, Andry, nuestro conductor, reservó ayer los billetes en el único vagón de primera, cuya única diferencia con los de segunda parece ser el menor número de pasajeros. En teoría.
Los lémures de Anja y el canal de Pangalanes
El grupito de cinco se redujo a tres en Antsirabe, donde Jon, Ju y yo nos despedimos de Ju y Lisa, que terminaban su periplo malgache de nuevo en Tana, para explorar parte del sur y el este de la isla. La arquitectura tradicional va cambiando de Antsirabe a Ambalavao, hacia el sur. De nuevo encontramos la tierra roja y las terrazas de los primeros días, y las casitas de los labriegos en algún lugar elevado desde el que observar los campos sin inundarse, pero ahora las casitas pasan del adobe a los ladrillos, que utilizan también como ornamentos en las fachadas y alrededor de las ventanas, y los tejados pasan de las hojas secas a las tejas.
De puntillas hasta las raíces del cielo
Encaje de piedra es lo que han hecho el agua y el viento con las rocas kársticas del Parque Nacional de los Tsingy de Bemaraha. En la boca del cañón del río Manambolo, alejados y protegidos del mundo por una única y pésima ruta de acceso, escondidos tras el bosque semicaducifolio que da cobijo y alimento a sus lemures, los tsingy se alzan varios cientos de metros, como almenas naturales, en una enorme extensión de terreno poco propicio para la fauna y la flora a excepción de algunos cactus y "patas de elefante".
Dos piraguas sobre el Tsiribihina
El suave sonido de las aguas que se abren para dejar pasar la piragua, la luz aún suave de la mañana, la brisa que viene de frente y refresca la piel bajo la camisa, el sol cálido sobre los pies, el silencio roto solo por las voces de los pájaros y el remo al entrar en las aguas pardas, el paisaje y la vegetación que van cambiando poco a poco con los meandros que navegamos, la tranquila actividad cotidiana de algunos lugareños que laboran los pequeños arrozales que salpican las orillas, los juncos que delimitan los sembrados o las trampas para peces, la propia amplitud del río que se abre y se cierra como si se tratase se un acordeón que empuja el espacio y detiene el tiempo. El descenso en piragua por el río Tsiribihina se convierte enseguida en una experiencia placentera y relajante.
Tratsin'ny fitsingerenani taonan'ny nahateranao ianao!*
Tonga soa eto Tananarive! ¡Bienvenidos a Antananarivo!
Etiopidades
Mejores experiencias: conocer las tribus del valle del Omo y caminar por las montañas Simien.
Mejor ciudad: Gonder.
No recomiendo: Harar.
De hiena en hiena y tiro porque me toca
Harar es hostil como la región que la acoge, como la historia que curtió la ciudad y a sus habitantes, como sus relaciones con el resto del país. El laberinto de callejuelas encerradas en la antigua muralla del siglo XVI, con su miríada de diminutas mezquitas y sus seis puertas que cuentan la rica historia de la ciudad, desde las invasiones árabes hasta las italianas, quiere ser Albaicín encalado y coloreado sin albaicineros que lo cuiden, lo que plantea la cuestión del mantenimiento del patrimonio. Si la UNESCO hace seguimiento de la declaración, lo hace muy mal porque abundan las basuras y las antiguas canalizaciones de aguas sucias, todavía en uso, que se vierten en el riachuelo que rodea a medias la muralla. Las casas tradicionales son herencia de las árabes y algunas callejuelas con curiosas y hasta agradables, pero con el incesante acoso a grito de faranji de muchos niños y algún adulto, recorrer el recinto intramuros por tu cuenta se hace más que difícil, por muy patrimonio de la humanidad que sea. Así las cosas, guía al canto para el segundo día. Por cierto que, gracias al guía, nos enteramos al final del periplo etíope de que faranji no comparte raíz con "foráneo", como pensábamos, sino con "francés", pues fueron los primeros europeos que tuvieron contacto con Abisinia.
The train of death
We've one day here so we plan to make the best out of it. The main (and only) tourist attraction here is the Pangalan canal. It was built “by the french” as a way of transporting goods from Manakara to Tamatav while avoiding the treacherous Indian Ocean and its cyclones. The region has lots of lakes with brackish water and it was “just” a question of connecting all of them. It's 665km long with 420 of it artificial. In a pure colonial manner, the work came from local labor and it was unsurprisingly forced labor. Its name come from that, it's a Malagasy word meaning “the taken”.
Dos cuatromiles y un montón de sorpresas
"Simien" quiere decir "norte" en amárico y, sí: corresponde bastante con la idea de norte que tenemos, al menos en el hemisferio homónimo. Verde, montañoso, escarpado... así es el paisaje de las montañas Simien, el tablero en que, según la mitología de la región de Amara, los dioses jugaron durante siglos a esculpir y moldear la infinidad de pequeños valles que se vierten en enormes gargantas que hoy podemos disfrutar desde los bordes escarpados de ese tablero que cada mañana se descubre entre la niebla.